| 6,2 | 8x12: Una pretty yonqui, una salchicha a la americana y un salami acosado
Los capítulos de LQSA suelen comenzar siempre muy prometedores. Los primeros chistes de la hora y media suelen ser lo mejores y más frescos y a medida que pasa el tiempo vas viendo las repeticiones y los refritos y la cosa se suele ir de madre (para bien o para mal). No es que este episodio no recupere ideas (el gag de Pretty Woman ya se hizo con más éxito con Maxi y Leo, la cena en casa de Enrique recuerda a la de Yeyi y Araceli y no es la primera vez ni será la última que placer y negocio se unen en una trama con Amador), pero en un episodio que no termina de funcionar en la mayoría de sus tramas, la serie hace click prácticamente en los últimos veinte minutos.
Es una suerte porque el resto del episodio no pasa de mediocre; las escenas con los drogadictos y Chusa dan un poco de grima y aunque ver a Maite con una trama (incluso si termina desembocando en Amador como de costumbre) es siempre una alegría, me sigue dando pena que todo el mundo sea tan desgraciado (en especial ella). Un poco sí, pero tanto... Judith se arrastra hasta niveles Enriqu-ianos esta semana, pero Cristina Castaño lo vende como ella sola. La escena de los post-its y cada pequeña micro-pelea es un recordatorio de la química que tiene con Jose Luís Gil y que deberían usar más a menudo. Es una semana con más de tres historias, lo cuál es raro, pero la suya con Trevor es la que más me ha divertido.
La que debería ser la trama A sin contar la de Chusa (la de Amador) no me ha acabado de encajar. Debería mencionar que a mi hermana le ha gustado el giro que han hecho al acoso laboral poniendo a un hombre en el punto de mira en vez de a una mujer; para cuando el león se desmorona en la oficina de su jefa la situación ha llegado a tal ridiculez que ya vas con lo que sea (de nuevo, la escalada de consecuencias es una de las mejores -y peores- armas de la serie), pero por una vez me gustaría que nuestro cabeza de familia más irresponsable nos recordara un poco más a la persona que era al principio de la serie. No quiero al Arrierito de vuelta pero hace demasiado que han sobrepasado el límite hasta el que pueden idiotzar al personaje y lo de acostarse con las empleadas es una tontería porque no es adicto al sexo. Además, la idea de que las "pivones" solo puedan ser estrechas o pendones... Podría haber sido peor, pero con el material que tienen debería haber sido mejor.
OBSERVACIONES
Es una suerte porque el resto del episodio no pasa de mediocre; las escenas con los drogadictos y Chusa dan un poco de grima y aunque ver a Maite con una trama (incluso si termina desembocando en Amador como de costumbre) es siempre una alegría, me sigue dando pena que todo el mundo sea tan desgraciado (en especial ella). Un poco sí, pero tanto... Judith se arrastra hasta niveles Enriqu-ianos esta semana, pero Cristina Castaño lo vende como ella sola. La escena de los post-its y cada pequeña micro-pelea es un recordatorio de la química que tiene con Jose Luís Gil y que deberían usar más a menudo. Es una semana con más de tres historias, lo cuál es raro, pero la suya con Trevor es la que más me ha divertido.
La que debería ser la trama A sin contar la de Chusa (la de Amador) no me ha acabado de encajar. Debería mencionar que a mi hermana le ha gustado el giro que han hecho al acoso laboral poniendo a un hombre en el punto de mira en vez de a una mujer; para cuando el león se desmorona en la oficina de su jefa la situación ha llegado a tal ridiculez que ya vas con lo que sea (de nuevo, la escalada de consecuencias es una de las mejores -y peores- armas de la serie), pero por una vez me gustaría que nuestro cabeza de familia más irresponsable nos recordara un poco más a la persona que era al principio de la serie. No quiero al Arrierito de vuelta pero hace demasiado que han sobrepasado el límite hasta el que pueden idiotzar al personaje y lo de acostarse con las empleadas es una tontería porque no es adicto al sexo. Además, la idea de que las "pivones" solo puedan ser estrechas o pendones... Podría haber sido peor, pero con el material que tienen debería haber sido mejor.
OBSERVACIONES
- "Pero si yo me siento muy joven y activa... y me masturbo mogollón! Y... y ¡¿Qué mierda es ésta?!". "Bueno, pues ya soy oficialmente una vieja. Un yogur caducado, una chirimoya mohosa, un geranio reseco". Solo por eso Maite ya se gana el título de MVP de la semana. Deberían usarla más y mejor. Yo me quejo de que todo el mundo es miserable pero si hay un personaje que funciona feliz o deprimido y que se merece volver a llevar ropa de marca es ella. Verla con la ropa de Izaskun me quita las ganas de vivir hasta a mi.
- Otro refrito: Maite pidiendo sexo a Amador por desesperación. Ya no es una excepción, es su vía de escape peraonsl.
- ¿Porqué Judith lleva un vestido que podría ser una camiseta y en cambio Lola va de mercadillo de domingo?
- La posición de Leo en la serie es leer cosas de su tablet para deprimir al resto.
- Javi está mono hasta de yonqui.
- Nunca pensé que diría esto pero la Chusa está más guapa con los dientes mal que bien.
- "A que te pincho!"
- ¿Lola es proChusa o antiChusa? Una colleja más a Javi y el Pelocho pierde los rizos. ¿Entonces ahora la Chusa es residente fija o en el próximo episodio no nos acordaremos?
- Judith creo que es el único personajes que es mejor careisi que feliz. Su espiral de desesperación y arrastre le habla espiritualmente a los momentos más bajos de nuestra vida sentimental. Los mejores momentos del episodio vienen de ella y de su locura. ¿Que la novia de mi ex no se despierta porque le he drogado la bebida estando embarazada? Pos me como su bacon que se pone frío. ¿Que me cierra la terraza mi ex para que no entre a recuperar el hombre de mi vida? Pos post-it en la frente. "Jódete que he entrado".
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